Condiciones de salud comunes relacionadas con el autismo –

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno del desarrollo con una serie de signos y comportamientos asociados. Estos pueden incluir dificultades sociales, retrasos en el desarrollo del lenguaje, problemas con el control motor y dificultades cognitivas. La presentación del TEA varía mucho entre las personas que padecen la afección. Lo mismo se aplica a una serie de desafíos de salud física, mental y conductual que pueden ocurrir junto con el TEA. Las fuentes de las condiciones de salud relacionadas con el autismo no siempre están claras. Pueden ser causados ​​directamente por el autismo, compartir ciertos factores de riesgo genéticos con la afección o ser más probable que ocurran debido a factores ambientales comunes entre las personas con TEA. De todos modos, los padres y cuidadores de personas con autismo deben estar atentos a estas afecciones para buscar el mejor tratamiento y evitar conductas que puedan desencadenarlas o empeorarlas.

Autismo y riesgos elevados para la salud

Los niños y adultos con afecciones de salud relacionadas con el autismo corren un mayor riesgo de sufrir numerosas afecciones que pueden afectar su salud física. Estos pueden incluir “trastornos inmunológicos como alergias o asma, trastornos metabólicos como diabetes, enfermedades cardíacas y trastornos motores como parálisis cerebral”.[i] Otros estudios recientes de adultos con autismo se han hecho eco de los hallazgos de riesgos elevados de problemas cardiovasculares. También encontraron riesgos de hipotiroidismo y problemas neurológicos. Los trastornos del sueño-vigilia y otros problemas del sueño son muy comunes en los niños con TEA, y algunos estudios indican que más de la mitad de las personas con autismo los experimentan.[ii]

Los niños con autismo también tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar epilepsia. El vínculo parece más fuerte en los niños que experimentan autismo junto con una discapacidad intelectual. El riesgo de epilepsia en niños con autismo parece estar relacionado con la regresión del lenguaje en una etapa temprana de la vida, generalmente antes de los 3 años.[iii] Curiosamente, las personas con autismo mostraron menores riesgos de padecer ciertas afecciones, como el abuso de alcohol y los cánceres metastásicos.[iv]

La relación entre el TEA y los problemas cardiovasculares

Se ha demostrado que los problemas cardiovasculares están relacionados con el desarrollo del cerebro. Los estudios han encontrado vínculos entre las cardiopatías congénitas y las conductas asociadas al autismo. Es necesario tener en cuenta el vínculo entre el autismo y los problemas cardíacos.

La cardiopatía congénita (CHD) tiene un impacto directo en la maduración del cerebro, especialmente cuando se encuentra en niños pequeños en niveles que requieren cirugía. Los niños que tienen enfermedad coronaria sin TEA a menudo muestran algunos signos de comportamiento compatibles con el TEA, como dificultad para comprender las expresiones faciales de los demás, disfunción ejecutiva y una fuerte adherencia a las rutinas preferidas.

Las causas de estos comportamientos pueden estar relacionadas con «vías genéticas compartidas que afectan el desarrollo del corazón y el cerebro».[v] Esto podría respaldar la probabilidad de que exista un componente genético en el mayor riesgo de TEA en personas con cardiopatía congénita. Los factores conductuales o ambientales también podrían contribuir a este riesgo. Lo mismo puede aplicarse a los vínculos entre el TEA y afecciones como la diabetes.

Autismo y mayor riesgo de diabetes

Las investigaciones han encontrado una fuerte correlación entre el TEA y la diabetes tipo 2. Un gran estudio encontró un riesgo hasta tres veces mayor de desarrollar la afección en adolescentes y adultos jóvenes con autismo que en aquellos que no lo tienen. Al explorar esta conexión, la periodista científica Emily Anthes señala múltiples factores que contribuyen. En tales casos puede estar en juego un componente genético. Ciertos factores de riesgo del autismo, como la ausencia de un determinado cromosoma, pueden contribuir a los tipos de problemas de peso que pueden provocar diabetes tipo 2. Anthes señala que ciertos medicamentos utilizados para controlar el comportamiento en niños con autismo también pueden provocar aumento de peso, lo que aumenta aún más el riesgo de diabetes. O, señalan los expertos, ciertos comportamientos comunes entre las personas con autismo, como el consumo selectivo de ciertos alimentos, podrían resultar en una dieta poco saludable que podría conducir al desarrollo de diabetes tipo 2.[vi]

¿Cómo se relacionan los problemas gastrointestinales con el autismo?

Otro problema de salud común para las personas con autismo son los problemas gastrointestinales. Estos pueden incluir síntomas como dolor de estómago, estreñimiento y diarrea, entre otros.[vii] Los problemas gastrointestinales pueden contribuir a las manifestaciones clínicas de los síntomas asociados al TEA, incluido «comportamiento anormal, desregulación inmune y disfunción metabólica».[viii] Un estudio que detalla el impacto de los problemas gastrointestinales en el comportamiento encontró que los niños con TEA y problemas gastrointestinales obtuvieron peores resultados en pruebas de «irritabilidad, retraimiento social, estereotipia e hiperactividad» que sus compañeros que tenían TEA pero no problemas gastrointestinales.[ix] Algunos de estos problemas gastrointestinales podrían explicarse por las elecciones dietéticas. También parece haber un vínculo entre la salud del microbioma intestinal y el autismo, aunque los científicos todavía están investigando cómo ocurre esto y sus implicaciones para el tratamiento.[x]

Autismo y salud mental

Junto con las condiciones de salud física, el trastorno del espectro autista también se asocia con una mayor probabilidad de experimentar ciertas condiciones de salud mental. El más común de ellos es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Hasta el 28% de las personas con TEA también tienen TDAH.[xi] El TDAH comparte numerosos signos de comportamiento con el TEA, incluidos problemas con la función ejecutiva y dificultades en el procesamiento sensorial. La ansiedad es otra experiencia común para las personas con TEA; hasta 1 de cada 5 adultos con TEA tiene un trastorno de ansiedad.[xii] Las personas con autismo también tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión, esquizofrenia y trastorno bipolar. Los síntomas conductuales del autismo pueden compartir rasgos con los de la esquizofrenia y el trastorno bipolar, lo que puede generar confusión entre las afecciones. Sin embargo, los estudios han encontrado que las condiciones ocurren en niveles mayores en personas con TEA.[xiii] Investigaciones recientes sugieren que estas afecciones comparten un patrón similar de expresión genética, lo que los autores llaman una “firma cerebral” común.[xiv]

Muchas afecciones de salud relacionadas con el autismo se deben a multitud de causas, tanto genéticas como ambientales. Por ejemplo, las personas con autismo pueden carecer de acceso a recursos de tratamiento cruciales o a empleo, lo que puede amplificar el estrés y hacer que las condiciones empeoren sin tratamiento. Comprender estos problemas de salud comunes y sus riesgos puede ayudar a los padres y cuidadores a estar atentos a sus signos y síntomas. Este conocimiento también ayuda a ayudar a los seres queridos con autismo a crear un ambiente positivo y elegir estilos de vida saludables, lo que reduce la probabilidad de desarrollar tales afecciones en el futuro.