¿Por qué nos preocupamos? 3 razones clave y cómo hacerle frente

Al comprender por qué nos preocupamos tanto, podemos encontrar formas de enfrentar y minimizar los pensamientos inútiles.

No se puede negar que la preocupación excesiva puede afectar nuestra salud. Mentalmente, puede provocar ansiedad y depresión, y físicamente, puede elevar nuestros niveles de estrés y debilitar nuestro sistema inmunológico.

Sobre todo, preocuparse demasiado puede impedirnos vivir una vida feliz y saludable. Cuando pensamos en todo lo que puede salir mal en el futuro, nos estamos perdiendo lo que está justo frente a nosotros.

Pero hay maneras de manejar sus tendencias a preocuparse. Disminuir los pensamientos preocupantes puede ayudarnos a saborear el momento presente.

¿Por qué algunas personas gastan tanto tiempo y energía preocupándose? Según dos expertos en la materia, hay tres razones principales:

1. Su sistema de alarma natural le avisa de un peligro potencial

Los cuerpos humanos están diseñados para protegerte, y cuando sientes una amenaza (real o percibida), se envía una señal de estrés al cerebro. En la vida cotidiana, esto puede manifestarse en forma de preocupación. Y si bien puede ser útil en algunos casos, a menudo se convierte en un ciclo continuo que puede ser difícil de detener.

“Nos preocupamos porque estamos constantemente tratando de encontrar la manera de resolver los problemas. Por naturaleza, los humanos son solucionadores de problemas”, dice Valentina Dragomir, psicoterapeuta y fundadora de PsihoSensus.

“Tan pronto como identificamos un problema (incluso si es algo que nos ha estado molestando), nuestros cerebros comienzan a generar posibles soluciones. Y cuanto más involucrados emocionalmente estamos en un problema, más preocupados nos sentimos”, dice ella.

La preocupación es causada por la anticipación de un evento negativo futuro. Es un tipo de ansiedad que generalmente se basa en pensamientos irracionales, agrega Dragomir. Estos incluyen: «¿Qué pasa si sucede algo malo?» o «¿Qué pasa si no puedo manejarlo?»

2. Miedo a perder el control

Si bien las personas pueden preocuparse por una amplia variedad de razones, en su mayoría proviene de un lugar de miedo, ya sea el miedo a ser juzgado o el miedo a que suceda algo que no pueden controlar.

“A veces, las personas se preocupan porque tienen muchas responsabilidades en el trabajo o en el hogar y, a veces, las personas se preocupan porque su vida generalmente es caótica e incierta”, explica Dragomir.

3. cuidar demasiado

Las personas ansiosas pueden tener problemas para evitar involucrarse demasiado en una línea de pensamiento preocupante.

Alex Dimitriu, MD, certificado por la junta doble en psiquiatría y medicina del sueño y fundador de Menlo Park Psychiatry & Sleep Medicine y BrainFoodMD, ve la ansiedad como un problema de «preocuparse demasiado» y pensar demasiado.

Desde un punto de vista evolutivo, tener personas ansiosas en tu vida puede ayudarte a estar un paso por delante del peligro, pero ese instinto a menudo no logra separar la preocupación necesaria de la innecesaria.

“Algunos de nosotros estamos programados para explorar y asumir riesgos, mientras que otros están programados para ser cautelosos, reflexivos y conservadores. Demasiado de cualquier cosa nunca es bueno, y esto es cierto tanto con la ansiedad como con la asunción de riesgos, en el otro extremo”, dice Dimitriu.

Dependiendo de qué extremo del espectro esté más cerca, generalmente es beneficioso tratar de encontrar un término medio.

Si le gusta tomar riesgos, puede disfrutar de una noche relajante y relajarse de vez en cuando. Si eres cauteloso, por otro lado, te sorprenderás de lo divertido y saludable que puede ser salir de tu zona de confort.

Preocuparse puede ser agotador, pero hay maneras de aprender a sobrellevar y manejar la preocupación. Aquí hay algunos consejos para tener en cuenta.

Reconoce tus preocupaciones

El primer paso para lidiar con la preocupación es reconocer su presencia. Trate de no verlo como un trastorno, sino como un síntoma de preocuparse o pensar demasiado. “Tome conciencia de que existe, y en la mayoría de los casos ha sido un patrón de por vida”, dice Dimitriu.

Replantea tus pensamientos

Luego, considere preguntarse: «¿Cuál es la utilidad de este pensamiento?» En otras palabras, ¿te está ayudando este pensamiento de alguna manera? Al reformular su perspectiva y comenzar a pensar de esta manera, puede comenzar a aceptar lo que no puede cambiar.

Determinar en qué pensamientos es necesario concentrarse y cuáles puede dejar de lado con seguridad puede ayudar a darle a su cerebro el espacio que necesita para descansar. Esto puede liberar su cerebro para que se concentre en sus necesidades básicas, como comer alimentos nutritivos y dormir lo suficiente.

También puede darle el tiempo y la energía para agregar actividades para reducir el estrés en su vida.

5 consejos para manejar las preocupaciones

Aquí hay cinco actividades de este tipo que pueden ayudarlo a manejar su preocupación a diario:

  1. Hacer ejercicio regularmente. Incluso caminar durante 20 minutos varias veces a la semana puede ser una poderosa herramienta para controlar el estrés.
  2. Medita durante 10 a 15 minutos diarios. Hay muchas aplicaciones de meditación que pueden guiarte a través de tu práctica.
  3. Usa la respiración profunda. Aprender técnicas de respiración profunda puede ayudar a involucrar la respuesta de relajación de su cuerpo para que pueda liberarse de sus pensamientos preocupantes.
  4. Comienza un diario. Escribir sus pensamientos y sentimientos durante 20 minutos cada día puede ayudarlo a comprender y superar los sentimientos de preocupación. Si no sabe sobre qué escribir, las indicaciones de escritura pueden ayudarlo a comenzar.
  5. Cree una red de apoyo. Hablar sobre sus pensamientos y sentimientos con amigos y familiares de confianza puede ayudarlo a procesar los pensamientos y sentirse apoyado en el camino.

Preocuparse puede ser incómodo e incluso puede tener un impacto profundo en su vida.

El primer paso es hacer una lista de lo que te preocupa. Trate de prestar atención a su diálogo interno. Considere comenzar un ritual de diario diario para que pueda realizar un seguimiento de sus pensamientos y observar cualquier patrón.

Además de tomar conciencia de sus pensamientos inútiles, intente practicar:

Crear un sólido sistema de apoyo de amigos y familiares puede ayudarlo a emprender su viaje de curación.

Si la preocupación persiste, considere consultar con un profesional de la salud mental. Si no sabe dónde encontrar apoyo, consulte la guía de Psych Central para encontrar un terapeuta.