¿Por qué necesita controlar todo? 5 causas de los comportamientos controladores

El deseo de control puede estar enraizado en el miedo a la incertidumbre. A veces, también puede estar relacionado con una condición de salud mental.

Tener el control de tu vida suena como algo positivo y, en la mayoría de los casos, puede serlo. Pero para algunas personas, la necesidad de controlar todo puede volverse abrumadora.

Si sientes la necesidad de controlar todo cosas y eventos a tu alrededor, puedes considerarte un perfeccionista, manteniéndose a sí mismo (y a los demás) en estándares muy altos.

Quizás tiende a tener problemas para sobrellevar las cosas cuando las cosas no salen según lo planeado o cambian inesperadamente. Incluso puede encontrarse repasando mentalmente las mismas situaciones mientras busca recuperar la sensación de control.

Como la mayoría de los aspectos de la salud mental, los comportamientos de control existen en un espectro: la mayoría de las personas los experimentan hasta cierto punto.

Pero una necesidad persistente de controlar cada situación puede afectar sus relaciones y su salud mental. Y a medida que trabaja en la gestión de esa necesidad de control, puede ser útil saber de dónde proviene la tendencia.

Un deseo o necesidad persistente de control puede estar relacionado con la dificultad para aceptar la incertidumbre. Al tratar de ejercer control sobre todos los aspectos de una situación, puede estar tratando de crear una sensación de seguridad y previsibilidad.

Esta necesidad de sentirse seguro y en control puede, a su vez, resultar de:

1. Eventos traumáticos

Una historia de trauma puede tener un gran impacto en muchos aspectos de su vida. También podría resultar en una profunda necesidad de control.

Un evento traumático se define vagamente como cualquier incidente que causa un dolor físico, emocional o psicológico significativo a una persona.

Cuando vives con un trauma, puedes quedar atrapado en distorsiones cognitivas como el catastrofismo. Catastrofizar es cuando tiendes a asumir lo peor en cualquier escenario dado.

También podría estar hipervigilante, lo que puede hacer que la incertidumbre sea muy inquietante. La hipervigilancia es un estado de mayor alerta en el que puede escanear continuamente su entorno esperando peligro.

Al tratar de controlarlo todo, podría comenzar inconscientemente a tratar de protegerse de volver a experimentar un trauma.

Esta es una respuesta natural y adaptativa. De hecho, la investigación de 2018 sugiere que una sensación de control sobre los resultados puede mitigar los síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Aún así, el control excesivo podría abrumar los recursos de una persona y afectar la calidad de vida.

2. Experiencias de la infancia

El entorno en el que creciste puede afectar la forma en que ves el mundo.

Por ejemplo, crecer en una familia con dinámicas inestables, donde era difícil predecir lo que sucedería a continuación, puede conducir a comportamientos de control como mecanismo de afrontamiento.

Vivir con tutores que tuvieron un trastorno por consumo de alcohol o sustancias también puede afectar sus relaciones y comportamientos como adulto. Los niños en este entorno a menudo tienen que enfrentarse a situaciones impredecibles. Como adultos, pueden sentir una intensa necesidad de controlarlo todo.

Crecer con cuidadores emocionalmente inaccesibles también podría resultar en la necesidad de controlar sus interacciones con otras personas en un intento de obtener seguridad y validación. Por ejemplo, los estilos de apego ansioso están relacionados tanto con cuidadores primarios impredecibles como con una tendencia a ser controlador en las relaciones.

3. Trastornos de ansiedad y TOC

La investigación en 2020 sugiere que las personas que viven con trastornos de ansiedad a menudo encuentran difícil tolerar la incertidumbre.

La incertidumbre puede significar que hay más espacio para la preocupación y la rumia intensas. Las personas pueden calmarse tratando de controlar tantos resultados como puedan para reducir esta preocupación.

La necesidad de control puede manifestarse de manera diferente, según el tipo de trastorno de ansiedad con el que viva.

Por ejemplo, si tiene un trastorno de ansiedad social, puede sentir la necesidad de planificar todos los detalles de las interacciones sociales. Los cambios de última hora en estos planes pueden hacerle sentir extremadamente molesto.

Con el trastorno de ansiedad generalizada, puede anticipar posibles desencadenantes, lo que también podría resultar en comportamientos de control.

Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) también pueden tener una fuerte necesidad de controlar todo en un intento por reducir la ansiedad y los miedos.

Las personas con TOC pueden enfrentar constantemente pensamientos intrusivos e irracionales que los llevan a participar en acciones específicas, llamadas compulsiones, para calmar la ansiedad que causan esos pensamientos. Estas compulsiones a menudo van de la mano con una necesidad de control.

4. Trastornos de personalidad

En ocasiones, una necesidad excesiva de control puede ser un síntoma de ciertos trastornos de personalidad.

Las personas con trastorno límite de la personalidad (TLP), por ejemplo, pueden sentir miedos intensos al abandono. Este miedo podría llevarlo a querer controlar sus interacciones y parejas románticas en un esfuerzo por evitar que lo dejen.

Algunas personas que viven con el trastorno de personalidad narcisista (NPD, por sus siglas en inglés) también pueden involucrarse en comportamientos de control, como usar tácticas de manipulación para dirigir las situaciones a su favor.

5. Comportamientos aprendidos

A veces, sentir la necesidad de controlar las cosas puede no estar relacionado con una condición. Es posible tener una tendencia a controlar los comportamientos si esto es algo que presenciaste y experimentaste constantemente cuando eras más joven.

Por ejemplo, tener un padre que lo supervisó o controló todo lo que comía o hacía puede llevarlo a repetir estos patrones cuando sea adulto.

Tal vez encuentre tranquilidad al repetir estos comportamientos, o tal vez asuma que así es como se deben manejar las cosas en el hogar. También podría asociar el control en ciertas situaciones con el cuidado de los demás.

La incertidumbre es parte de la vida, pero puede ser más difícil de manejar para algunas personas. Esta dificultad podría conducir a una intensa necesidad de controlar todo lo que te rodea.

Las experiencias de todos son únicas, pero hay algunas razones por las que es más probable que desee controlar las cosas, como:

  • vivir con trauma
  • modelar comportamientos aprendidos
  • tener un trastorno de ansiedad

Necesitar control también puede ser una respuesta natural al estrés de la vida. Es cómo has aprendido a lidiar con las cosas que te abruman o te molestan. Y esto es válido, pero evitar cosas también te puede hacer daño a la larga.

En todos los casos, es posible superar su necesidad de control. Con solo identificar esta tendencia en ti mismo, ya has dado un gran paso hacia el cambio.