“Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien enciende el televisor, voy a la otra habitación y leo un libro”. ~Groucho Marx
En la sociedad moderna, la televisión se ha convertido en una gran parte de nuestra vida cotidiana, y la mayoría de las familias poseen al menos dos televisores.
Inevitablemente, los niños de hoy, incluso los de dos años o menos, pasan muchas horas todos los días sin hacer nada más que sentarse y mirar televisión, sin darse cuenta de cuán negativamente los está influenciando.
Estos son los principales efectos nocivos o negativos de ver televisión en los niños:
La televisión roba el tiempo de los niños de actividades importantes
Los primeros años en la vida de un niño son de crucial importancia para el desarrollo de su cerebro.
Para que el cerebro de un niño se desarrolle, es necesario que el niño adquiera habilidades importantes como las lingüísticas, motrices y sociales. Para que esto se logre, es necesario que el niño interactúe con otras personas y se involucre en actividades como el juego, la conversación, la exploración, la lectura y la resolución de problemas.
Sin embargo, cuando los niños ven televisión durante horas y horas, no les queda mucho tiempo para desarrollar esas habilidades. Además, ver televisión en exceso debilita la mente de los niños, ya que les impide emplear el pensamiento racional y analítico, así como ejercer la iniciativa, desafiarse intelectualmente y usar su imaginación.
La televisión daña la salud de los niños
Ver televisión puede tener efectos adversos en la salud de los niños.
Los niños que pasan muchas horas viendo la televisión todos los días tienen una mayor tasa de obesidad y suelen tener menos musculatura, ya que no mueven mucho su cuerpo al realizar actividades como correr y saltar, que queman calorías, aceleran el metabolismo y trabajar el musculo. De hecho, un estudio sugiere que incluso una sola hora de televisión está asociada con la obesidad infantil.
Un estudio publicado en el Revista Internacional de Cardiología muestra que los niños de dos a diez años que ven la televisión durante más de dos horas todos los días tienen un 30% más de riesgo de padecer presión arterial alta, en comparación con los niños de la misma edad que pasan menos tiempo viendo la televisión, lo que podría derivar en problemas cardiovasculares problemas más adelante en su vida. Otro estudio realizado en la Universidad de Sydney encontró que los niños que ven mucha televisión tienen arterias estrechas en los ojos, lo que es una indicación de riesgo cardíaco.
Además, ver demasiada televisión también puede alterar los patrones de sueño de los niños. De hecho, un estudio mostró que los adolescentes que pasaban tres o más horas viendo la televisión al día tenían un mayor riesgo de sufrir problemas para dormir en la adultez temprana. [1]
La televisión baja la autoestima de los niños y los vuelve materialistas
Otro efecto negativo o secundario de la televisión en los niños es que continuamente muestra imágenes que les muestran cómo se supone que deben verse y comportarse para ser hermosos y aceptados por sus compañeros. Esto se hace principalmente a través de comerciales de televisión, los cuales, al manipular emocionalmente a los niños, crean en ellos una falsa necesidad de comprar cosas que en realidad no los benefician de ninguna manera.
Por ejemplo, los comerciales de indumentaria presentan a niños con belleza exterior y estilo como exitosos y superiores. Esos niños, por otro lado, que no pueden comprar ropa costosa, se muestran mal, a menudo se burlan de ellos. Por lo tanto, al hacer que los niños se sientan mal por su apariencia, los comerciales los engañan para que compren productos que se comercializan como imprescindibles, prometiéndoles que los harán lucir y sentirse mejor.
La publicidad comercial no solo reduce los niveles de autoestima de los niños, sino que también hace que asocien la felicidad con los productos. En otras palabras, logra convencer a los niños de que todo lo que necesitan para vivir bien está en oferta. De ahí que a los niños desde muy pequeños se les lave el cerebro para que consuman sin cesar, creyendo que las compras satisfarán sus necesidades emocionales, cuando en realidad siempre los dejarán insatisfechos.
La televisión es un medio poderoso que podría influir positivamente en los niños al educarlos e inspirarlos, pero la forma en que las principales cadenas de televisión corporativas la utilizan actualmente tiene efectos tremendamente negativos en ellos. Sin embargo, la televisión no tiene la culpa de eso, ya que es solo una herramienta, y como cualquier otra herramienta, puede ser mal utilizada. La responsabilidad recae enteramente en nosotros, el pueblo.
[1] Johnson JG, Cohen P, Kasen S, First MB, Brook JS. Asociación entre ver televisión y problemas de sueño durante la adolescencia y la adultez temprana. Arch Pediatr Adolesc Med. 2004 junio; 158 (6): 562-8.Crédito de la imagen: Donna Stevens