El 2 de febrero reconoceremos el Día de Hora de Hablar (TTTD), una campaña creada por Hora de Cambiar. Este día de concientización apoya las conversaciones sobre salud mental y tiene como objetivo romper las barreras para hablar sobre salud mental.
Comenzando la conversación
Si le preocupa la salud mental de alguien o ha sucedido algo que puede dañar el bienestar de esa persona (como un duelo o una separación), puede ser tentador ignorar algunas de las señales de que esta persona está teniendo problemas.
Sin embargo, preguntarle a esa persona cómo está o expresarle sus preocupaciones puede ser el primer paso para demostrarle que se preocupa por ella. Si no está seguro de cómo iniciar esa primera conversación sobre salud mental, aquí hay cinco consejos:
- Fomentar la comunicación
Asegúrate de que tus amigos y familiares sepan que apoyas la comunicación abierta, que es clave para una relación positiva y saludable. Una excelente manera de alentar esto es ofrecer oportunidades para buscar orientación de un profesional de la salud mental en un entorno confidencial y seguro. De esa manera, si sus amigos o familiares no se sienten lo suficientemente cómodos hablando de sus problemas y sentimientos con usted, podrían revelar sus problemas a un profesional.
- Aléjate de las etiquetas
Lo mejor es dejar el diagnóstico de cualquier condición a los profesionales. Incluso si cree que la persona puede encajar en un diagnóstico, es recomendable quedarse con los sentimientos y apoyar a la persona en lugar de proporcionar un diagnóstico de cuál cree que es el ‘problema’ y cómo solucionarlo.
- Escucha bien
Cuando estamos escuchando activamente, hacemos más que oír. Permita que la persona dirija la conversación. Trate de no interrumpir (incluso si cree que sería una información útil) y sea alentador cuando compartan sus sentimientos. Reconozca lo que dice asintiendo o repitiendo frases para asegurarse de que comprende. Les ayudará a sentirse queridos y los alentará a compartir sus sentimientos en el futuro.
- Respeta su disposición
Hablar sobre la salud mental es más fácil para algunos que para otros, y el tiempo lo es todo. Puede ser difícil cuando siente que alguien puede estar luchando y no hablar de ello, pero debemos respetar que es posible que no quiera hablar de ello. Puede ser el momento equivocado, o puede que no se sientan cómodos; además, impulsar una conversación que alguien no quiere tener puede tener el efecto contrario. Si esto sucede, es mejor reconocer que respetas que no quiera hablar y recordarle que estás allí para ayudarlo si cambia de opinión.
- Sea consciente de las opciones de palabras
El tipo de lenguaje utilizado al abordar la salud mental puede afectar a otros. Todos debemos ser conscientes de nuestras palabras; y cómo contribuyen a los estigmas. Cuando hable sobre salud mental, trate de ser abierto y no juzgar. Recuerde que la experiencia de cada uno es diferente. Debe mostrar empatía por las emociones de otras personas y mostrar su apoyo donde pueda.