El poder curativo de la bondad: cómo los pequeños actos de bondad pueden marcar una gran diferencia

“No hay necesidad de templos, no hay necesidad de filosofías complicadas. Mi cerebro y mi corazón son mis templos; mi filosofía es la bondad.” ~El Dalai Lama

El poder curativo de la bondad es asombroso, pero no muchos de nosotros nos damos cuenta. De hecho, solo un pequeño acto de bondad puede tener un gran impacto positivo en el mundo.
Con nuestras acciones estamos dando forma a nuestro mundo y, por lo tanto, al tipo de vida que estamos viviendo. Diferentes acciones traen diferentes resultados: un acto de ira traerá odio y violencia, un acto de bondad traerá amor y compasión.

Creo que todo el mundo siente que, cuando somos amables, por pequeños que sean nuestros actos de bondad, experimentamos que la bondad regresa a nosotros desde toda la existencia. Cuando somos amables, sentimos que nuestra alma se abre, se expande y abraza al mundo. En este estado de ser, nos sentimos transformados, así como que podemos ayudar a transformar el mundo. Al realizar actos de bondad, influimos en los demás para que también sean amables, y esto produce una cadena interminable de efectos, un círculo de bondad.

A continuación se muestra un cortometraje bien dirigido que muestra cómo los pequeños actos de bondad pueden marcar una gran diferencia positiva en la forma en que nos relacionamos entre nosotros.

La amabilidad se puede propagar como un virus, rápido y en gran medida. Solo necesitamos darnos cuenta de su poder curativo y utilizarlo en beneficio propio, tanto a nivel individual como colectivo.

«Así como siembras, así cosecharás.» ~ La Biblia