Confidencialidad del terapeuta: lo que los terapeutas deben informar

Los terapeutas se toman muy en serio su privacidad. Solo en casos extremos romperán la confidencialidad.

En la terapia, es importante que sienta que tiene un espacio seguro, y gran parte de esto implica saber que existe una estricta confidencialidad entre el terapeuta y el cliente.

Debe tener confianza en que cuando comparta sus pensamientos y sentimientos más íntimos con su terapeuta, su información personal no saldrá de la habitación.

En algunas situaciones, sin embargo, su terapeuta puede estar legalmente obligado a romper la confidencialidad. Romper la confidencialidad significa compartir la cantidad mínima de información de salud protegida necesaria con un tercero, incluido un miembro de la familia o una organización gubernamental como los servicios de protección infantil o la policía.

Estos serían casos extremos en los que creen que su vida o la vida de otra persona está en peligro inmediato.

Alrededor del 10% de los estadounidenses buscan terapia o asesoramiento de salud mental, y los terapeutas se toman muy en serio su privacidad.

Si bien casi todo lo que comparte con su terapeuta se mantiene confidencial, hay algunas excepciones a la regla:

  • peligro para uno mismo
  • peligro para otros
  • abuso de niños (incluido el uso de pornografía infantil en ciertos estados), adultos dependientes o ancianos
  • Delitos actuales o futuros relacionados con la seguridad de los demás.

¿Los terapeutas tienen que informar los pensamientos suicidas?

Los terapeutas están capacitados para navegar cuidadosamente las conversaciones sobre autolesiones.

Es importante que se sienta seguro al hablar sobre pensamientos de autolesión sin temor a que lo “encierren”. Si cada discusión sobre autolesiones se tratara como una emergencia, los clientes rara vez mencionarían estos problemas, lo que podría aumentar su riesgo.

En resumen, si su terapeuta determina que su riesgo de autolesionarse es bajo, la conversación seguirá siendo confidencial.

Por ejemplo, si usted dijera «A veces siento que estaría mejor muerto», el terapeuta explorará estos pensamientos con delicadeza para determinar el nivel de riesgo.

Juntos, ustedes dos podrían desarrollar un plan de seguridad para ayudarlos a monitorear o manejar cualquier pensamiento de suicidio.

Los pasos del plan de seguridad pueden incluir:

  • identificando pensamientos suicidas
  • usar estrategias de afrontamiento que no requieran contactar a otra persona (es decir, dar un paseo por la naturaleza o escuchar música)
  • ponerse en contacto con alguien con quien disfruta estar cerca (no necesariamente para obtener ayuda)
  • contactar a un familiar o amigo para pedir ayuda específicamente (esto puede implicar registros las 24 horas)
  • ponerse en contacto con un profesional o un centro de atención de urgencia

Si el riesgo de autolesión parece alto o inminente, y se han seguido todos los pasos del plan de seguridad, es probable que el terapeuta tome medidas para establecer un mayor nivel de atención para su seguridad y bienestar.

¿Los terapeutas tienen que reportar una amenaza a otros?

Si le dice a su terapeuta que quiere dañar a una persona o grupo de personas específico, y la amenaza parece grave o inminente, entonces su terapeuta lo denunciará a la policía, informará a la persona de quien se trata la amenaza grave o ambas cosas. .

¿Los terapeutas tienen que denunciar la violencia doméstica?

Si tiene menos de 18 años y está siendo abusado (física, sexual, emocional o por negligencia), el terapeuta está obligado por ley a notificar a los servicios de protección infantil en el área donde ocurrió el abuso.

Esta ley también se aplica a las personas vulnerables o dependientes, como los adultos mayores. Por ejemplo, si tiene 65 años o más y está siendo abusado o descuidado, el terapeuta debe informarlo a las autoridades.

Cuando se trata de violencia de pareja (VPI) entre dos adultos, la respuesta es más complicada y depende de cada caso individual.

En muchos estados, los terapeutas no están obligados a denunciar agresiones o agresiones de adulto contra adulto, incluso si los actos son entre parejas o cónyuges. Más bien, el terapeuta podría ayudar a la pareja abusada a idear un plan para mantenerse a salvo, que puede incluir escapar de la situación.

¿Pueden los terapeutas denunciar delitos?

Que un terapeuta denuncie un delito depende de si el delito se cometió en el pasado, está en curso o va a ocurrir en el futuro.

En la mayoría de los casos, las confesiones de delitos pasados ​​se mantienen confidenciales. Por ejemplo, si le dice a su terapeuta que robó un televisor el año pasado, esa información está protegida por reglas de confidencialidad.

Cuando se trata de delitos presentes o futuros que el cliente informa tener la intención de cometer, el terapeuta debe informarlo si el delito afecta la seguridad inmediata de los demás.

La confidencialidad del terapeuta le permite sentirse lo suficientemente seguro como para compartir su información privada durante la terapia.

Aún así, en casos extremos, puede haber límites a la confidencialidad total. Algunos de estos casos se dejan a criterio del terapeuta. Pero en otras situaciones más serias, los terapeutas están legalmente obligados a mantener seguros al cliente oa otros.

En general, se requiere que los terapeutas mantengan confidencial todo lo que diga, excepto en las siguientes situaciones:

  • intento de suicidio planeado
  • violencia planeada hacia otros
  • abuso infantil pasado, presente o planificado
  • abuso de ancianos o adultos dependientes

En los Estados Unidos, la confidencialidad está codificada en la Ley de Portabilidad y Responsabilidad de los Seguros Médicos (HIPAA). La regla de privacidad de HIPAA está diseñada para ofrecer un nivel mínimo de protección.

Algunos estados tienen leyes aún más estrictas para proteger su privacidad. Puede comunicarse con la junta de psicología de su estado para preguntar sobre sus derechos de confidencialidad.

La privacidad y la confidencialidad también se definen en la Sección 4 de los Principios éticos de los psicólogos y el Código de conducta, publicados por la Asociación Americana de Psicología (APA).

Esta sección incluye los siguientes puntos generales:

  • Los psicólogos tienen la obligación principal de proteger la información confidencial y deben tomar precauciones razonables para hacerlo.
  • Los psicólogos deben discutir con los clientes las limitaciones de la confidencialidad.
  • Los psicólogos deben obtener el permiso del cliente para grabar cualquier parte de la sesión.
  • Los psicólogos solo deben escribir lo que sea necesario en los informes para minimizar las intrusiones en la privacidad.
  • Los psicólogos pueden divulgar información confidencial con el permiso del cliente o según lo exija la ley.
  • Al hablar con colegas, los psicólogos no deben revelar información confidencial que razonablemente podría conducir a la identificación de un cliente, a menos que hayan obtenido el consentimiento previo de la persona.
  • Los psicólogos no deben divulgar en sus escritos, conferencias u otros medios públicos, información confidencial o de identificación personal sobre sus clientes.

Los terapeutas toman en serio la confidencialidad. Entienden que los clientes necesitan un lugar seguro para revelar sus pensamientos y sentimientos más privados.

En casi todos los casos, su información personal se mantiene en estricta confidencialidad. Solo en casos extremos, su terapeuta necesitará romper la confidencialidad para mantenerlo a usted o a otros a salvo.

En general, la terapia es más efectiva cuando el cliente se siente seguro. Esto significa que el terapeuta protegerá su confidencialidad pero también intentará protegerlo de autolesiones graves.