Cómo hacer frente a los pensamientos intrusivos |

Un estudio reciente encontró que más de 94% de las personas tienen pensamientos e impulsos no deseados e intrusivos.

Los pensamientos intrusivos son pensamientos no deseados que aparecen en su mente; a menudo son desagradables, ocurren sin previo aviso e interrumpen su vida cotidiana. Estos pensamientos intrusivos pueden ser una indicación de que se trata de una afección de salud mental, ya que son síntomas comunes de ansiedad, depresión y trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

Estos pensamientos suelen ser recurrentes, difíciles de manejar y pueden tener un impacto significativo en la salud y el bienestar de una persona. Por lo tanto, es esencial desarrollar técnicas que aborden estos pensamientos desagradables cuando surjan.

Pensamientos intrusivos y salud mental

Como se mencionó, los pensamientos intrusivos a menudo están relacionados con condiciones de salud mental subyacentes, que incluyen (pero no se limitan a) TOC, trastorno bipolar y . Por ejemplo, las personas que viven con TOC generalmente intentan suprimir estos pensamientos no deseados realizando comportamientos específicos (conocidos como compulsiones).

Estos pensamientos y las compulsiones subsiguientes a menudo son debilitantes y provocan ansiedad, lo que hace que las tareas cotidianas sean difíciles y consuman mucho tiempo, lo que puede afectar seriamente la capacidad de la persona para contribuir significativamente a su vida personal y profesional.

5 consejos para hacer frente a los pensamientos intrusivos

Cuando se trata de pensamientos intrusivos, puede ser difícil proporcionar la ayuda adecuada. De vez en cuando, casi todas las personas tendrán experiencias con pensamientos no deseados. Si bien la mayoría de estos pensamientos son inofensivos y fugaces, hay algunos casos en los que pueden ser angustiantes y potencialmente dañinos. Si bien estos pensamientos no son motivo de vergüenza, es necesario desarrollar técnicas para hacerles frente. Para ayudar con esto, hemos proporcionado algunas técnicas de ejemplo a continuación:

1. Reconocer los pensamientos

No hay una causa directa de los pensamientos intrusivos: pueden ocurrir en cualquier momento y provocar reacciones no deseadas. Una estrategia para hacer frente a estos pensamientos es reconocerlos y etiquetarlos como intruso. Al manejar estos pensamientos y reconocerlos por lo que son (pensamientos momentáneos que no puede controlar), puede comenzar a superarlos sin reaccionar.

2. Afirmaciones positivas

Como se mencionó, los pensamientos intrusivos a menudo son negativos y hacen que la víctima se sienta estresada y ansiosa. Es importante contrarrestar estos pensamientos negativos, dándote ánimos constantes. Estas afirmaciones positivas pueden incluir recordatorios verbales, como decirte algo positivo cada mañana. También pueden ser físicos: un fondo de pantalla animado para el teléfono o dejar notas positivas en su escritorio. Estos pequeños momentos de positividad pueden restaurar la autocompetencia y, como resultado, ayudarlo a superar cualquier pensamiento negativo que pueda dañar su salud y bienestar.

3. Practica la atención plena

La atención plena es la práctica de centrar la atención en el momento actual y anclarse en el presente. Puede ayudarlo a desafiar el pensamiento negativo que proviene del estrés crónico. Puede implicar relajarse, meditar o concentrarse en sonidos o pensamientos. Estos ejercicios pueden ser tan cortos como 60 segundos o tan largos como una hora. Durante este tiempo, puede volverse más consciente de sí mismo y de su entorno.

Las prácticas de atención plena te permiten relajarte y despejar tu mente. Ser consciente puede ser beneficioso para abordar los pensamientos intrusivos, ayudándote a reconocer estos pensamientos sin darles ninguna importancia. Además, la atención plena puede ayudar a reducir la ansiedad y aceptar nuestros pensamientos y sentimientos. Por lo tanto, si bien aún puede experimentar estos pensamientos negativos, los supera sin compulsión.

4. Cuídate

El autocuidado protege contra los problemas de salud física y mental. También evita que esos problemas empeoren. Por lo tanto, el cuidado personal es una forma de ser dueño de su salud, es una forma de crear una vida más feliz, saludable y equilibrada.

El cuidado personal puede ayudar a cultivar sentimientos de autocompasión y liberar la tensión en el cuerpo. Podría implicar hacer ejercicio, comer una comida saludable o dormir mejor; esta vez ofrece la oportunidad de relajarse y reconectarse. Estos momentos de cuidado personal pueden ayudar a reducir los sentimientos de estrés y ansiedad, los cuales aumentan la susceptibilidad a los pensamientos intrusivos.

5. Busque tratamiento

Lidiar con pensamientos intrusivos puede ser abrumador. Si siente que los métodos anteriores no funcionan para usted (y se siente listo para hacerlo), debe considerar hablar con un profesional de salud mental. Los terapeutas pueden ayudarlo a reconocer de dónde provienen estos pensamientos negativos y ayudarlo a implementar estrategias para superarlos. También pueden ayudarlo a comprender los puntos en común de las condiciones, como los pensamientos intrusivos. Recuerde, el 94% de las personas se ven afectadas por esto. A veces, es bueno saber que no estás solo.

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