Aprende a meditar en el baño o la ducha.

¿Hay algo más relajante que un baño o una ducha caliente después de un día duro?

No es solo el agua tibia lo que nos hace sentir relajados, también depende de nuestra biología.

Aquí está la parte científica: salpicar agua en la cara desencadena algo llamado reflejo de buceo de los mamíferos. Tu cuerpo cree que va a nadar bajo el agua, por lo que tu frecuencia cardíaca baja rápidamente, haciéndote sentir más tranquilo.

Esta también es una buena forma de calmarte si te sientes ansioso.

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La investigación también ha demostrado que tomar un baño tibio podría ayudar a aliviar la depresión tanto como el ejercicio físico.

Puede hacer que su baño o ducha sea aún más relajante probando algunas técnicas simples de meditación y atención plena. Siga leyendo para obtener más consejos excelentes para practicar la meditación y la atención plena en el baño o la ducha.

Advertencia: no medites en el baño si te sientes somnoliento (la seguridad es lo primero).

Cómo meditar en el baño o la ducha

Una breve meditación en el baño o la ducha es una excelente manera de relajarse después de un día loco o de comenzar el nuevo día con un buen estado de ánimo.

Una vez más, ¡no intente esto en el baño si tiene sueño!

1

Controla tu entorno

Comience por controlar su entorno: apague su teléfono, encienda algunas velas y use un baño de burbujas perfumado o gel de ducha (la lavanda es excelente para esto). Reserva al menos 15 minutos para este ejercicio.

2

Limpia tu cabeza

Cierra los ojos y date un minuto para despejar la cabeza. Olvídese de las preocupaciones del día y simplemente disfrute del calor.

3

Respira profundamente

Concéntrate en tu respiración. ¿Tu aliento llena tus pulmones? ¿Tu pecho sube y baja lentamente?

4

Encuentra el control

Controla tu respiración. Inhala lentamente durante cinco segundos, aguanta la respiración durante cinco segundos y luego vuelve a exhalar muy lentamente.

5

Disfrutar del momento

Continúe con la meditación durante unos minutos, luego permítase regresar a la habitación. Quédese quieto hasta que se sienta listo para salir del baño o la ducha.

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Esta vez, te concentrarás en tus sentidos (excepto el gusto, a menos que planees tomar un refrigerio en el baño) y en cómo se siente tu cuerpo en ese momento. Una manera fácil de hacer esto es enfocarse en cada sentido, uno a la vez:

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  1. Vista. ¿Que puedes ver? Observe el agua correr sobre su piel si está en la ducha, o si está en el baño, observe los patrones en la superficie del agua. Haz ondas y míralas crecer.
  2. Oler. Cierra los ojos y piensa en cada uno de los diferentes aromas que puedes oler: lavanda, manzanilla, limón, jabón. Elige tu fragancia favorita y concéntrate en ella.
  3. Tocar. Piensa en cómo se siente el agua contra tu piel. Tómese un momento para pensar en su cuerpo también: ¿hay músculos tensos? Deje que se relajen y permita que la tensión desaparezca.
  4. Sonido. ¿Qué puedes escuchar? Elija los sonidos individuales uno por uno: agua corriendo, sonidos de pájaros, gente hablando, tráfico.
  5. Permítete quedarte un rato, simplemente disfrutando el momento antes de salir de la ducha/bañera y tener un gran día.

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Fotos de Getty Images y Seth Doyle y Mitchell Orr en Unsplash