Cómo nuestro sistema económico crea pobreza, codicia, violencia, enfermedades y destrucción ambiental

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“La pobreza es la peor forma de violencia”. ~Gandhi

“Solo cuando se haya talado el último árbol, se haya capturado el último pez y se haya envenenado el último arroyo, nos daremos cuenta de que no podemos comer dinero”. ~Proverbio indio cree

Habiendo sido condicionados por nuestro sistema económico, la mayoría de nosotros nunca se detiene por un momento para cuestionarlo o considerar sus impactos negativos en el mundo. Peor aún, tenemos la impresión de que nos está beneficiando enormemente.

La realidad, sin embargo, es todo lo contrario, y aquí me gustaría compartir con ustedes cinco formas en que nuestro sistema económico nos está dañando a nosotros mismos y al planeta.

1. Conduce a la pobreza

Aunque poseemos los conocimientos técnicos y los recursos para proporcionar alimentos, agua limpia y refugio a todos y cada uno de los seres humanos del planeta, nuestra economía nos impide hacerlo de manera sistémica.

¿Por qué? Porque, como todo economista sabe, el dinero es escaso y, por lo tanto, no todas las personas pueden tener suficiente para satisfacer sus necesidades. De hecho, según informes estadísticos, alrededor del 40 % de la riqueza mundial pertenece al 1 % de las personas, mientras que más de mil millones de personas se mueren de hambre en este planeta, lo cual es increíble, teniendo en cuenta que hay suficiente comida para todos y el hambre es t causada por la falta de recursos.

2. Desencadena la violencia

En un mundo donde existe una enorme brecha de riqueza entre las clases económicas más altas y más bajas, es inevitable que haya mucha violencia y conflicto. De hecho, la desigualdad económica está engendrando violencia, especialmente cuando tanto los ricos como los pobres viven cerca unos de otros, lo que demuestra cuán profundamente afecta nuestra psique el sentimiento de injusticia.

La investigación ha demostrado repetidamente que un aumento del desempleo y, por lo tanto, de la pobreza, suele ir seguido de un aumento de la violencia. (Obviamente, cuando alguien no tiene lo suficiente para vivir decentemente, se siente obligado a actuar con violencia hacia aquellos que tienen más que ellos).

Además, es más probable que las personas empobrecidas experimenten abuso infantil y estrés personal, y tienen una correlación directa con actos de violencia tanto premeditados como impulsivos.

3. Da lugar a la codicia

En nuestro sistema económico, las personas necesitan dinero para poder pagar las cuentas y sobrevivir. Pero como el dinero no es suficiente para todos, la mayoría de nosotros estamos atrapados en una competencia sin fin por adquirir dinero.

Y, dado que nada puede garantizarnos que tendremos suficiente dinero en el futuro, nunca dejamos de perseguirlo, independientemente de la riqueza que poseamos. Siempre nos sentimos financieramente inseguros, lo que explica por qué incluso los millonarios, que tienen todos los lujos que uno puede desear, aún se esfuerzan por obtener aún más ganancias.

4. Crea enfermedad

Nuestro sistema económico está afectando tremendamente nuestra salud, pero la mayoría de la gente no parece reconocerlo. Por ejemplo, debido a la cantidad de pobreza que prevalece en todo el mundo debido a la desigualdad causada por nuestro sistema económico global, más de mil millones de personas mueren cada año, con alrededor de 1,5 millones de niños en sociedades azotadas por la pobreza que mueren a causa de enfermedades diarreicas, que podría prevenirse y tratarse fácilmente.

Los estudios han demostrado que las personas que viven en la pobreza tienen más probabilidades de desarrollar todo tipo de problemas de salud física, como enfermedades cardíacas y obesidad. Eso se debe a los malos hábitos de salud que se dan en los ambientes de menores ingresos por la falta de fondos para una mejor nutrición, atención médica y educación. Además, los pobres tienen más probabilidades de sufrir enfermedades mentales, como depresión y ansiedad, debido a los altos niveles de estrés causados ​​por las duras condiciones de vida.

5. Destruye la naturaleza

Por último, la forma en que funciona nuestro sistema económico está causando daños irreparables a nuestro planeta día a día, debido a la necesidad del consumo cíclico.

Considera esto:

Si la gente dejara de comprar tantas cosas como lo hace actualmente, se realizarían menos ventas, lo que significa que se necesitarían menos puestos de trabajo y, por lo tanto, se crearía más desempleo. Ahora, suponiendo que el consumo se ralentizara significativamente, la economía se reduciría drásticamente y finalmente colapsaría, lo que provocaría hambre, violencia y enfermedades. Por lo tanto, en nuestro sistema económico se requiere consumo para mantener el flujo de dinero en el mercado.

El problema, sin embargo, es que cuanto más consumimos, más recursos utilizamos. Y dado que vivimos en un planeta con recursos finitos, actualmente tomamos mucho más de lo que la tierra puede reponer, causando deforestación, erosión del suelo, pérdida de biodiversidad y una multitud de otros problemas ambientales. Además, cuanto más consumimos, más residuos generamos, ¿y adónde van a parar esos residuos? Termina en la naturaleza, matando la vida marina, destruyendo el suelo, contaminando la atmósfera y envenenando nuestra comida.

En otras palabras, nuestra economía es inherentemente insostenible. Y solo tenemos dos opciones: cambiarlo desde sus cimientos y vivir alineados con nuestro planeta que sustenta la vida, o mantenerlo como está y destruir el mundo y destruirnos a nosotros mismos junto con él.

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Lo anterior fue solo una breve introducción al tema. Para comprender mejor lo que está mal en nuestro sistema económico global, así como lo que podemos hacer al respecto, haga clic aquí.