La pandemia ha visto a muchos de nosotros abrazar los espacios verdes que nos rodean más que nunca. Al encontrar consuelo en los entornos naturales que nos rodean, hemos aprendido a apreciar la alegría de la naturaleza. Desde colinas onduladas hasta parques locales y algunas de las costas más cautivadoras de Europa. La naturaleza nos ofrece la oportunidad de escapar de nuestros entornos familiares. Nos proporciona paz, calma, salud y felicidad a cambio. Pero, ¿qué tiene la naturaleza que eleva nuestra moral de una manera tan simple?
Descubra a continuación algunos de los impactos positivos de la naturaleza en la salud mental.
Aumenta los niveles de vitamina D
Cuando pasamos tiempo al aire libre, el colesterol de las células de nuestra piel se expone a la luz ultravioleta del sol. Esto nos proporciona la energía para producir vitamina D en nuestros cuerpos. La vitamina D es importante para absorber minerales de nuestros alimentos como el calcio y el fosfato. Estos minerales mantienen sanos nuestros dientes, huesos y músculos.
La investigación también muestra que los niveles adecuados de vitamina D pueden impulsar la pérdida de peso, combatir enfermedades y reducir la depresión. Todos sabemos cuánto puede mejorar el estado de ánimo cuando brilla el sol. Pero salir al aire libre tiene muchos más beneficios para la salud de lo que piensas.
Aumento de los niveles de actividad
Sumergirnos en la naturaleza generalmente significa que vamos a mover nuestros cuerpos de alguna manera. Una caminata montañosa o una caminata rápida, de todos modos podemos ponernos en movimiento. Mover nuestros cuerpos nos ayuda a mantenernos en forma. Controla nuestro peso, mejora nuestro estado de ánimo y fortalece nuestros músculos. Ese es el poder mágico de mover nuestros cuerpos.
La práctica japonesa de ‘Baño de bosque‘ ha llamado la atención en los últimos años, al ver que los paseos por el bosque son cada vez más populares. Se trata de sumergirse en la atmósfera del bosque. Centrándose en las vistas, los sonidos y los olores a su alrededor. Al igual que las prácticas tradicionales de atención plena, la idea es llevar la atención al presente. Libera cualquier tendencia a preocuparte o rumiar. Y estar aquí, en este momento.
Fomenta la creatividad
¿Se detuvo en un proyecto? ¿Tienes una gran decisión en mente? ¿Sentirse atrapado? El remedio puede estar más cerca de lo que piensas. La investigación muestra que el tiempo en la naturaleza puede ayudar a superar los bloqueos creativos. Además de inspirar nuevas formas de pensar. En lugar de sentir las presiones de tiempo habituales de la ajetreada vida cotidiana, la mente está libre para maravillarse con el mundo que nos rodea.
Las personas tienden a reportar sentimientos de asombro cuando admiran hermosas vistas o puestas de sol. Este tipo de sentimientos expansivos y edificantes nos permiten liberarnos de las presiones y obtener nuevas perspectivas, sobre viejo problemas.
Reduce la ansiedad
Se ha demostrado que el tiempo en la naturaleza reduce los niveles de ansiedad y los síntomas de depresión. También puede proporcionar un impulso en la autoestima y mejorar la confianza. La luz natural en los meses de verano puede levantar el ánimo, animarnos a salir y alegrar nuestros días. Pero para aquellos que luchan con problemas de salud mental, es entonces mucho más que eso.
La investigación también muestra que pasar tiempo en espacios verdes se asocia con una buena salud mental. Se indica que las personas pueden incluso obtener un sentido más profundo del significado y ver una reducción en las emociones negativas. Todo por poner un poco más verde en tu rutina.
Proporciona interacción social.
También hay un beneficio secundario positivo al pasar todo ese tiempo en la naturaleza. Salir de casa a nuevos lugares fomenta la interacción social con los demás. Un paseo con un amigo. Un extraño amigable con el que chateas en el camino. Un perro alegre que te alegra el día. Estas experiencias nos ayudan a hacer nuevas conexiones. Y a su vez, influir en nuestro bienestar mental. La próxima vez que pases tiempo en la naturaleza, sonríele a un extraño o entabla una conversación. Luego observa lo que sucede con tu estado de ánimo después. ¡Prueba la teoría por ti mismo!