Nuestros cuerpos tienen una capacidad intrínseca para sentir y posicionarse en el espacio, llamada propiocepción. Un conjunto de receptores sensoriales en nuestras articulaciones y músculos dan forma al sistema propioceptivo, responsable de desarrollar la conciencia de todo el cuerpo.
Hay pruebas sencillas que puedes realizar para probar esto, como estirar los brazos frente a ti, cerrar los ojos e intentar tocar tus dedos índices. La mayoría de las personas pueden hacerlo en el primer o segundo intento, lo que significa que sus sistemas propioceptivos funcionan bien.
Sin embargo, hasta el 95% de los niños con trastorno del espectro autista (TEA) experimentan el procesamiento sensorial de manera diferente en al menos uno de los ocho sentidos (más información a continuación), lo que nos lleva al objetivo principal de este artículo: explicar cómo la información propioceptiva puede Apoyar a niños con autismo con problemas sensoriales. Además, encontrará una lista de actividades propioceptivas sencillas para realizar con sus hijos, que incluyen levantar objetos pesados, empujar, estirar y aplicar presión profunda (entre otras), todas diseñadas para promover y mejorar las habilidades motoras finas mediante la estimulación del sistema propioceptivo.
El sistema propioceptivo: cómo funciona
Uno de los principales objetivos de este artículo es ayudar a los padres a reconocer si sus hijos buscan o no información propioceptiva. Pero, primero, es vital comprender cómo funciona el sistema propioceptivo para que podamos separar los problemas de comportamiento de los problemas sensoriales.
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Terapias y soluciones para el autismo
Como mencionamos anteriormente, nuestras articulaciones y músculos están equipados con receptores que se conectan con el cerebro a través del sistema nervioso, razón por la cual sabemos con precisión qué tareas está realizando nuestro cuerpo, incluso sin visión. En resumen, existen tres receptores sensoriales diferentes, llamados propioceptores:
Husos musculares
Estimulado estirando nuestros músculos. Estos receptores responden a cambios de longitud y velocidad, pasando esa información a nuestro cerebro a través de una vía neuronal.
Órganos tendinosos de Golgi
Ubicados dentro de nuestros tendones, unen los músculos a los huesos y responden a la tensión.
Receptores cinestésicos articulares
Ubicado en las articulaciones, conectando huesos con otros huesos. Detectan el movimiento de las articulaciones y le dicen a nuestro cerebro dónde están nuestras extremidades y qué están haciendo.
Todos estamos muy familiarizados con los cinco sentidos más conocidos: la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto. La propiocepción es una de las tres menos conocidas. Los otros dos son el sistema vestibular (responsable del equilibrio y el equilibrio) y la interocepción, el sentido menos conocido, responsable de los movimientos autónomos como el parpadeo, la respiración y también el que nos permite comprender lo que sucede dentro de nuestro cuerpo.
Señales de que su hijo tiene dificultades sensoriales: por qué es importante la propiocepción
La mayoría de las veces, los desafíos de los estímulos sensoriales se confunden con problemas de comportamiento. Los niños con TEA perciben el mundo de manera muy diferente a muchas personas neurotípicas. A menudo luchan contra dificultades propioceptivas, lo que les hace actuar desafiantes o hiperactivos.
Sin embargo, también se aplica lo contrario. El letargo y la torpeza también son signos a los que hay que prestar atención, posiblemente debido a problemas en el procesamiento de propiocepción. Comprender estos signos le ayudará a apoyar a su hijo durante este viaje de mejora sensorial. El paso más importante es estar dispuesto a mantener la mente abierta y no confundir sus luchas con rabietas.
A efectos prácticos, vamos a dividir todos estos signos en tres categorías diferentes: cuestiones de percepción y cuestiones de praxis.
Problemas de percepción
También conocidos como problemas de discriminación sensorial, ocurren cuando el cerebro no puede interpretar o dar significado a la información sensorial. Algunos ejemplos incluyen:
- Incapacidad para tocarse la nariz con el dedo índice en el primer intento.
- Tiene dificultades para alimentarse por sí solo y, por lo general, le falta la boca.
- Mirarse los propios pies al caminar (por miedo a tropezar)
- Tiene dificultades para colorear dentro de las líneas.
- Cuando patea una pelota o intenta atraparla, a menudo falla
- Cuando se les pregunta dónde está una parte específica del cuerpo, no pueden señalarla a menos que se miren en un espejo.
Todas estas luchas tienen una cosa en común: la incapacidad de asociar un estímulo sensorial con su significado o interpretación; es como hacer lo mismo una y otra vez como si fuera la primera vez.
Cuestiones de praxis
Finalmente, los problemas de praxis tienen que ver con movimientos motores desconocidos, algo que sus cuerpos nunca antes habían hecho.
- Cuando aprenden nuevas habilidades, suelen tener problemas con una mala postura y fluidez de movimiento.
- Bajo rendimiento en deportes y actividades atléticas.
- Por lo general, necesitan mucho más tiempo para captar un nuevo movimiento.
- No recuerda la postura corporal asociada con una nueva habilidad que aprendió.
Todos estos comportamientos tienden a compensar las dificultades de búsqueda sensorial que experimentan estos niños. Algunos adultos con TEA incluso describen estos sentimientos como si sus cuerpos estuvieran entumecidos y flotando, sin ninguna conciencia de dónde se encuentran sus cuerpos.
Involucrar y promover actividades propioceptivas con sus hijos debería ayudar a estimular la conciencia de todo el cuerpo, mejorar la autorregulación y el equilibrio y, lo más importante, aliviar parte del estrés causado por todos estos desafíos de búsqueda sensorial. En definitiva, estas actividades podrían hacerles sentir más a gusto con su entorno, mejorando su inteligencia interpersonal e intrapersonal.
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Actividades propioceptivas: cosas a considerar primero
Antes de elegir qué actividades vas a implementar con tus hijos, hay algunas preguntas que hacerte y factores a considerar. Te los detallamos a continuación:
1. El propósito
- Básicamente, ¿la actividad servirá para calmar a un niño demasiado receptivo? ¿O estimulará a un niño con poca capacidad de respuesta y búsqueda sensorial?
2. El tiempo
- Al tratar con niños ansiosos, primero identifique los puntos desencadenantes de la ansiedad. Estos podrían variar desde un patio de recreo, una asamblea escolar, la hora del almuerzo y otros. Una vez que haya identificado estos factores desencadenantes, introduzca la actividad antes de que tenga la oportunidad de ponerse ansioso, ayudándolo a mantener la calma durante tales eventos. Si tiene éxito, incorpórelos a sus horarios o rutinas visuales.
- Del mismo modo, en el caso de niños con poca capacidad de respuesta y búsqueda sensorial, es necesario identificar los puntos desencadenantes del letargo cuando se desconectan y se distraen. Por lo general, estos desencadenantes ocurren antes o después de sentarse de forma independiente para trabajar en una tarea personal.
- Algunos niños pueden reconocer cuándo están a punto de estresarse y, a menudo, piden permiso para no participar en esa actividad o hacer algo más tranquilo. Intenta utilizar una ayuda visual para que puedan tomar este descanso sin necesidad de comunicación verbal.
- De manera similar, algunos estudiantes también pueden reconocer cuándo están a punto de perder la concentración y la participación y pueden solicitar actividades para volver a participar utilizando ayudas visuales.
- Las actividades previamente conocidas son muy útiles cuando un estudiante se angustia repentinamente por la información sensorial. Puede utilizar una ayuda visual para dirigir su atención hacia la tarea y alejarla de la angustia. Tenga en cuenta que esto solo funcionará con actividades practicadas previamente.
- Tanto para los niños que responden demasiado como para los que no responden bien, existe una actividad propioceptiva adecuada. En ambos casos, pueden convertirse en líderes de una actividad grupal, así como
3. La frecuencia
- Identificar los puntos desencadenantes le ayudará a determinar con qué frecuencia debe implementar una actividad. Cada niño es único, al igual que sus necesidades sensoriales.
- Concéntrese en actividades cortas en lugar de largas. Algunas tareas sólo duran unos 30 segundos, mientras que otras pueden tardar varios minutos, pero nada largo.
- Controle cuánto tiempo le toma a su hijo pasar del letargo a volver a involucrarse o del estrés a la calma. Este intervalo de tiempo determinará la duración de las actividades.
4. El lugar
- Es esencial conocer el entorno y comprender el lugar correcto donde debe realizarse la actividad.
- Algunas tareas están disponibles sin levantarse de sus asientos, como empujar las manos, hacer flexiones en la silla o apretar objetos.
- Otros todavía son factibles dentro de una habitación, como empujar paredes, hacer saltos de estrellas y limpiar superficies.
- Finalmente, existen actividades al aire libre como apilar objetos, saltar en un trampolín, escalar estructuras y completar circuitos.
5. Consejos finales
- La información propioceptiva puede ser a la vez calmante y atractiva.
- Las actividades no necesariamente tienen que ser activas, ya que también pueden ser pasivas.
- Si bien ambos tipos son eficientes, los estudios han demostrado que los niños que participan activamente responden mejor que los niños que trabajan con la participación pasiva de un adulto.
- Es vital establecer una rutina fija a lo largo del día, a intervalos regulares y en horarios definidos.
- Las actividades propioceptivas se combinan particularmente bien con las responsabilidades docentes. Tareas como cargar libros, guardar juguetes y equipos y limpiar mesas y sillas son excelentes opciones.
- Antes de usar pesas, habla con un terapeuta ocupacional para asegurarte de que todo sea seguro.
Actividades propioceptivas: ideas y sugerencias.
Antes de comenzar a explorar el amplio conjunto de opciones disponibles, hay algunos consejos finales que nos gustaría explorar.
Si bien es cierto que la mayoría de los niños disfrutan de las actividades propioceptivas, o al menos participan voluntariamente en ellas, habrá algunas en particular que no les gusten. No es aconsejable forzar ningún tipo de actividad de búsqueda sensorial en niños con TEA.
La mayoría de estas actividades estimulan no sólo el sistema propioceptivo sino también uno de los cinco sentidos primarios. Algunos incluso podrían promover también el sistema vestibular. Si su hijo no quiere trabajar ninguno de esos sentidos secundarios, probablemente tampoco disfrutará realizando estas actividades. No hay nada malo en eso. Simplemente prueba un enfoque diferente.
Dicho esto, aquí hay una lista completa de actividades propioceptivas de amplio rango para todas las formas de estímulos sensoriales en niños con TEA.
1. Movimientos
Antes de desconectarse o aletargarse, participe en un descanso de cinco minutos de movimiento de todo el cuerpo con una de estas ideas:
- Yoga
- Saltos de rana
- Caminar en carretilla
- caminando cangrejo
- gorila saltando
- Extensión
- salto mortal
- saltando
- Rodar cuesta abajo o sobre una colchoneta
1.1. Entrenamiento emocional HIIT de 7 minutos
Para este entrenamiento necesitarás un cronómetro, agua, unas zapatillas, música y una estera de yoga para niños (opcional). Todo lo que necesitas hacer es un pequeño cuarto dentro de tu casa, empujando los muebles a los lados. Los resultados son mejores si se hace a primera hora de la mañana porque pone al cerebro en un estado de ánimo de aprendizaje, listo para participar.
Si estás familiarizado con el método Tabata, entenderás por qué funciona tan perfectamente. Programa el cronómetro para siete rondas de 45 segundos de trabajo, con un intervalo de 15 segundos de descanso. Lo ideal es que hagas estos ejercicios con tu hijo, sé el modelo que quieres que vea. Durante 45 segundos, haz tantas repeticiones como puedas de los siguientes ejercicios. El objetivo aquí es llegar a estar realmente cansado, sudoroso y con el corazón acelerado. Recuerde reproducir una canción alegre una y otra vez, ¡una que a su hijo le encante!
- R1 – Saltos de rana: salta hacia arriba y hacia abajo, como una rana.
- R2 – Bear Walks: Mirando hacia abajo, manos y pies en el suelo, en todo momento, con las caderas lo más altas que puedas. Caminar hacia adelante, hacia atrás, hacia la izquierda y hacia la derecha.
- R3 – Gorilla Shuffle: imitando una posición de sentadilla de sumo baja (como un gorila), usa tus manos para mantener el equilibrio en la habitación, arrastrando los pies en todas direcciones.
- R4 – Saltos de estrella de mar: también conocidos como saltos de tijera.
- R5 – Cheetah Runs: Imita al animal más rápido de la Tierra, pero corriendo quieto, en un solo lugar (como lo hacen los jugadores de fútbol)
- R6 – Paseos de cangrejo: Como cangrejos, pon las palmas de las manos en el suelo…