«Si un niño no puede aprender de la forma en que le enseñamos… debemos enseñarle de una manera que el niño pueda aprender».
—Ignacio Estrada
Permítanme comenzar compartiendo un fragmento de una conversación que tuve mientras trabajaba con un niño con capacidades diferentes:
Colega: «Señorita, cuando tenga tiempo, reúnase conmigo».
Yo: «Claro».
Niño: «Señorita, realmente puedo ayudarla».
Yo: «Adelante».
Niño: “Puedo ayudarte a encontrar el tiempo. ¡Ahí está!» (señalando el reloj de la pared)
La mirada del niño no se puede explicar con palabras.
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Estrategias importantes que pueden ayudar a los niños autistas
en el aula
Podemos considerar este comportamiento como “intencional”, “divertido” o “irrespetuoso”, y la lista es interminable, pero debemos detenernos y comprender qué es el trastorno del espectro autista (TEA) antes de sacar conclusiones precipitadas. Todo lo que se necesita para comprender es un poco de sensibilidad, aceptación, comprensión, voluntad y cambio de mentalidad.
El TEA es un grupo de discapacidades del desarrollo que pueden causar importantes desafíos sociales, de comunicación y de comportamiento. Las personas con TEA manejan la información de manera diferente que otras personas, como lenguaje verbal limitado, conductas intensas de autoestimulación como aleteo de manos, reacciones insuficientes al dolor y reacciones excesivas a los sonidos, muy buenas habilidades motoras gruesas y debilidades en la motricidad fina. habilidades. Estos síntomas pueden variar mucho de una persona a otra, ya que no hay dos personas iguales.
Los comportamientos observados, que podrían verse como simples “travesuras” o “incumplimiento”, pueden en realidad tener otros significados para un niño con autismo. De hecho, este comportamiento puede ser la única manera que tiene el niño de indicar una necesidad: de ayuda o atención, de escapar de situaciones estresantes, de obtener objetos deseados, de demostrar su falta de comprensión, de protestar contra acontecimientos no deseados o de obtener estimulación. . Dicho esto, la necesidad de interactuar con ellos también es diferente.
Manejo del comportamiento en el aula y en casa
Aquí hay algunas estrategias que he usado de vez en cuando para ayudar a los niños a alcanzar su potencial en el aula o en casa. El manejo del comportamiento es un componente muy importante y necesita tanta intervención como el manejo académico o del aula. Es importante:
- Proporcione una estructura muy clara y un conjunto de rutinas diarias (incluso para jugar).
- Utilice un lenguaje claro. Evite el humor/ironía, o frases como “me están matando los pies” o “está lloviendo a cántaros”, que pueden causar desconcierto.
- Deje en claro (incluso con un “no” firme) qué comportamientos son inaceptables.
- Evite frases como «¿Te gustaría hacer esto?» o «¿Por qué hiciste eso?» Siempre es más beneficioso darle al niño algunas opciones.
- Diríjase al niño individualmente en todo momento o utilizando señales de alerta como «Todos y (nombre del niño), por favor guarden sus cuadernos».
- Mantenga horarios visuales, que son un gran recurso para ayudar al niño a mantenerse organizado.
- Reconocer que los cambios en los modales o el comportamiento pueden reflejar ansiedad o estrés, como hablar en voz alta, caminar de un lado a otro de la habitación, agitar las manos o morderse el cuello (que pueden desencadenarse por un cambio de rutina). Es muy importante identificar los factores desencadenantes y abordarlos.
- Calma con mindfulness o ejercicios de respiración.
- Utilice información sensorial como jugar con una pelota sensorial o apretar una pelota, saltar en un trampolín y mecerse, todos ellos comportamientos que pueden ayudar a calmarse.
Las situaciones en el aula con niños con autismo pueden resultar abrumadoras en ocasiones; sin embargo, el éxito es posible si planifica y utiliza estrategias. La regla de oro no es hacer algo una o dos veces, sino de manera constante para que todo salga en su lugar.
Formas de ayudar a los niños con TEA en un entorno de aprendizaje
A continuación se presentan algunas estrategias para ayudar a los maestros y padres cuando trabajan con niños con autismo:
-
- Dé indicaciones (palabras clave) para que el niño comience a escribir. Esté preparado porque pueden ser necesarios dos o tres borradores antes de que esté completo. Resalte las palabras clave importantes para ayudar al estudiante a mantenerse centrado en el tema.
- Aumente el tamaño de la fuente y permita más espacio (con menos desorden) para ayudar al niño a comprender mejor el contenido y mejorar el enfoque.
- Utilice una rueda de edición que describa los conceptos básicos de la escritura para proporcionar una lista de verificación al estudiante para la puntuación (usando mayúsculas para el inicio de la oración o el nombre del lugar, persona, punto, trabajo ordenado, etc.).
- Ofrezca dos o tres opciones para fomentar la independencia, pero no demasiadas para que genere confusión.
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Estrategias importantes que pueden ayudar a los niños autistas
en el aula
- Esfuércese por la calidad más que por la cantidad. Las tareas más pequeñas divididas en períodos de tiempo pueden ayudar al niño a mantenerse tranquilo y concentrado.
- Haga comentarios positivos como «Va bien», «Lo estás haciendo bien» y «Bien hecho». Los niños con autismo necesitan un impulso en su autoestima.
- Proporcione un descanso de movimiento de tres a cinco minutos para ayudar al niño a recuperarse. A veces los niños experimentan una sobrecarga sensorial con tantas cosas que suceden a su alrededor.
- Hable sobre cualquier ajuste inminente en el horario diario, como un cambio de ruta mientras viaja o eventos especiales en la escuela. También se puede enviar un mensaje a los padres para incitarlos a hablar con el niño y prepararse para el cambio.
- Utilice señales de alerta como «Esto es importante» para ayudar al niño a concentrarse en el momento adecuado. Algunas otras formas pueden ser indicar que alguien tiene que responder, usar el nombre del niño, pararse cerca y darle palmaditas o caminar por el salón de clases.
- Ayude al niño a desarrollar el contacto visual, si es posible. Sin embargo, no insistas ya que a algunos niños con autismo les resulta difícil concentrarse visual y auditivamente al mismo tiempo.
- Mantenga las instrucciones simples y concretas. Leer entre líneas puede ser un desafío.
- Recompense la atención y los logros oportunos, incluso si no son el estándar de una clase. Los niños necesitan tener una sensación de logro.
- Coloque al niño al frente del aula o al fondo si es sensible al tacto.
- Dé una dirección a la vez. Múltiples instrucciones pueden ser demasiado para que el niño las maneje. Repítale en voz baja las instrucciones después de que se las haya dado al resto de la clase.
- Utilice una variedad de materiales y medios, ya que esto no sólo ayuda a un niño con autismo, sino que también puede resultar estimulante para todos.
- Complete un análisis de tareas, lo que significa una verificación o indicación para garantizar que el niño esté encaminado y para garantizar que las tareas sean manejables y dentro de su capacidad de atención.
- Verifique la comprensión del niño y pídale que repita o reformule las instrucciones según sea necesario. Los niños con autismo pueden malinterpretar el lenguaje corporal y el lenguaje abstracto.
- Practicar habilidades recién adquiridas en diferentes entornos para fomentar la generalización de esa habilidad.
- Minimice el material que distraiga, como bolígrafos, colores, iPads o computadoras portátiles adicionales (si no son necesarios para el trabajo). Menos desorden suele ser mejor. Crea una zona de trabajo individual o un rincón de concentración.
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Sin duda, es más fácil decirlo que hacerlo; De todos modos, no es imposible. Es un proceso de aprendizaje y comprensión de los niños con autismo. No existe una estrategia fija que funcione, ya que no hay dos personas iguales. Muy cierto, pero casi olvidado. Todos hemos intentado incluir al niño en el plan de estudios en lugar de hacer que el plan de estudios se ajuste a sus necesidades.
Cada niño con autismo trae diferentes habilidades, desafíos y problemas de autoestima. Creo firmemente que si lo educamos, tendrá un impacto positivo en el niño y en su aprendizaje en gran medida. Todo lo que requiere es sensibilidad, paciencia, autorreflexión, introspección y un enfoque proactivo con mucha positividad y comprensión.
Este artículo apareció en el número 66: Cómo encontrar la calma y el equilibrio
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