Cómo dejar de fingir

Un hombre religioso le dijo a una puta: ‘Estás borracho,
atrapado cada momento en una trampa diferente.
Ella respondió: ‘Oh Shaikh, soy lo que dices,
¿Eres lo que pareces?
~rubáiyát de Omar Khayyám

Casi todo el mundo se hace pasar por otra persona. Casi todos usan una personalidad para ocultar sus verdaderos pensamientos y sentimientos de los demás.

Fesde que éramos niños pequeños se nos ha enseñado que no somos suficientes como somos. La gente no nos aceptaría como somos. Querían que pensáramos, miráramos y nos comportáramos de manera diferente a como lo hicimos. Y dado que es natural que los humanos deseen tener relaciones sociales, la mayoría de nosotros elegimos comprometernos, temiendo que de lo contrario nos quedaríamos solos y experimentaríamos impotencia.

Así que tuvimos que encontrar formas de convencer a quienes nos rodean de que merecemos su amistad. Tuvimos que actuar de cierta manera para complacer a los demás: nuestros padres, nuestros maestros, nuestros amigos, nuestros colegas y casi todos los que conocíamos. En otras palabras, teníamos que fingir.

Poco a poco aprendimos a cubrirnos bien bajo el velo de la simulación. Ahora, como adultos, siempre tenemos a mano una decena de mascarillas, para que podamos elegir fácilmente cuál ponernos, según la situación en la que nos encontremos.

Muchos de nosotros hemos sido tan grandes hipócritas que hasta nos hemos convencido de nuestras mentiras. Tratando de complacer a los demás durante tanto tiempo, hemos olvidado quiénes somos y qué es realmente importante para nosotros. Hemos olvidado cómo expresarnos, ser espontáneos y hacer lo que realmente disfrutamos hacer.

Piensa en tu vida: ¿tus relaciones son genuinas? ¿Te sientes confiado? ¿Te sientes seguro? ¿Estás relajado? Para la mayoría de las personas, la respuesta a todas estas preguntas seguramente será ‘no’.

Si estás acostumbrado a fingir, entonces esta es una clara señal de que hay algo mal en tu forma de vivir. Detrás de cada máscara se esconde un miedo muy arraigado: el miedo a expresarte y revelar a los demás quién eres realmente.

Fingimos porque en el fondo nos sentimos vacíos y solos. Fingimos porque no nos sentimos lo suficiente como somos. Muchos de nosotros incluso desearíamos ser personas diferentes porque aún no hemos aprendido a aceptarnos y apreciarnos a nosotros mismos.

Pero cuando incluso No te aprecies a ti mismo, ¿cómo puedes esperar que los demás te aprecien?

Aunque la razón principal por la que fingimos es construir relaciones sociales, en realidad fingir nos vuelve aún más alienados. Cuando pretendemos, nuestras relaciones no pueden ser genuinas, son superficiales y vacías. No puede haber ninguna comunicación sincera entre personas en relaciones basadas en la simulación. Al pretender ser otra persona, los demás no pueden llegar a tu alma, no pueden entenderte. Por lo tanto, toda intimidad se pierde.

Hemos estado tratando de cubrir nuestras necesidades con sustitutos que no nos dejan satisfechos. De hecho, gran parte de nuestra energía se gasta en este juego de simulación que nos sentimos agotados y exhaustos. Imagínate poner toda esa energía en cultivarnos, en crear algo mejor de nuestro ser, en buscar la realización interior. Imagínese abandonar nuestras pretensiones para construir relaciones sanas y honestas. ¿No sería la vida totalmente diferente?

Formas de revelar tu verdadero yo

Entonces, ¿cómo dejar de fingir? Hacerlo no es cosa fácil. De hecho, es quizás lo más difícil que uno puede hacer. Hemos estado tan acostumbrados a fingir que toda nuestra vida se basa en ello. Por lo tanto, dejar de fingir sacudiría nuestra vida desde sus cimientos, y solo unas pocas personas son lo suficientemente valientes como para hacerlo. Si eres una de esas personas raras, aquí hay una guía práctica sobre cómo dejar de fingir y comenzar a revelar tu verdadero yo a ti mismo y al mundo:

  • Aprende a decir no.» Decir “sí” no es algo malo, pero decir “sí” cuando tu corazón tiene ganas de decir “no” ciertamente no es algo bueno. Nunca tengas miedo de expresar tus verdaderos pensamientos y sentimientos, incluso si se oponen a los de los demás. Deja de tratar de complacer a los demás si no tienes ganas (Recuerda: ayudar es una cosa, sacrificarte es otra).
  • no imitar. Todo el mundo es diferente, por lo que cada uno debe vivir a su manera. Copiar la forma de vida de otro simplemente significa reprimirte a ti mismo. Así que crea tu propio camino y camina por él.
  • Di la verdad. Sé honesto primero contigo mismo y luego con aquellos con los que entres en contacto. Mentir significa experimentar angustia constantemente porque cada mentira debe ser encubierta por otra mentira, y así hasta el infinito. Ser honesto es la mejor manera de estar en paz contigo mismo y con los demás.
  • Atrévete a estar solo. Es mejor estar solo y, sin embargo, fiel a ti mismo y seguro de quién eres, que estar en compañía de otros mintiendo por miedo. Solo una vez que haya superado el miedo a estar solo, podrá dejar de lado la necesidad de aprobación social. Esto, a su vez, le permitirá construir relaciones genuinas.
  • Haz lo que amas. No importa lo que los demás esperen de ti, no comprometas tu estilo de vida. Lo que sea que disfrutes hacer, sigue haciéndolo, les guste o no a los demás. Esto te mantendrá sintonizado con tu voz interior.

‘Ser uno mismo; todos los demás ya están ocupados. ~Óscar Wilde