*Advertencia: ¡lenguaje travieso por delante!
La belleza no se trata de cómo nos vemos externamente.
La belleza es lo que irradia dentro de nosotros.
Es el yo único el que brilla cuando abandonamos todas nuestras fachadas.
Las industrias cosmética y dietética intentan vendernos belleza, pero la verdadera belleza no puede estar contenida en una botella. No se puede comprar ni vender.
La belleza es libre y salvaje.
Muchos de nosotros, en busca de la versión homogeneizada de la belleza que nos ofrecen los medios de comunicación, hemos perdido el acceso a nuestra propia y radiante belleza.
Pero la belleza nunca nos abandonó. La abandonamos, pero nuestra belleza siempre está esperando que la redescubramos.
Sólo tenemos que saber dónde buscar.
Aquí hay cinco maneras únicas de estar radiantemente bella:
1. Ama tu coño.
Cuando una mujer ama su coño, naturalmente está radiantemente hermosa. Cuando nuestros coños están felices y excitados, exudamos una confianza y una sensualidad inolvidables.
Por diversas razones, muchas mujeres se han desconectado de sus genitales, y esa desconexión nos deja con coños hambrientos de amor.
Todos los días, dile a tu coño que la amas y luego siente lo que sucede en tu cuerpo.
2. Conéctate con tu útero.
En muchas tradiciones, el útero se conoce como el segundo corazón. El útero es una parte energéticamente potente del cuerpo femenino que contiene gran parte de nuestra esencia y resplandor únicos.
En mi práctica privada como coach de sexualidad y empoderamiento de las mujeres, les enseño cómo conectarse con sus úteros. Cuando un cliente se conecta, todo su ser se transforma frente a mí.
De repente está más arraigada, más presente, y su rostro comienza a irradiar una belleza única.
La mayoría de los clientes describen una sensación de calidez que comienza a irradiar desde su útero y a través de su cuerpo.
Para conectarse con el útero, ponga su atención tres pulgadas debajo de su ombligo y dos pulgadas hacia atrás en su cuerpo.
Si al principio no sientes nada, es normal. Sigue intentándolo.
3. Recuerda a la niña que llevas dentro.
Los niños menores de siete años exudan naturalmente un hermoso resplandor. Están plenamente vivos y en paz consigo mismos.
La mayoría de los niños pequeños aún no se han desconectado de sí mismos ni han apagado su resplandor interior debido al condicionamiento, el trauma y el miedo.
Las niñas salvajes y libres que alguna vez fuimos todavía viven dentro de nosotros. Debemos conectar con nuestra propia niña interior y preguntarle qué necesita para volver a sentirse viva y en paz consigo misma.
Pregúntale qué le encantaría hacer y luego hazlo. La mayoría de nuestras niñas querrán bailar, jugar, cantar o hacer algo que les parezca libre y creativo.
Lo más probable es que nuestra personalidad adulta se preocupe por bailar y cantar “bien”. A la niña no le importará. Ella sólo querrá expresarse. Bailar, jugar y cantar son excelentes maneras de abrir nuestra belleza interior única.
4. Pon tu atención en suavizar tu cuerpo.
A medida que envejecemos (y generalmente en respuesta a traumas, heridas y condicionamientos), comenzamos a mantener tensión crónica en nuestros cuerpos. Esta tensión eventualmente conduce a bloqueos energéticos en nuestros cuerpos, que inhiben el flujo de nuestra radiante belleza natural.
Sienta su cuerpo y observe áreas de tensión. Luego, respira la tensión, permitiendo que se ablande. Cuando haces esto, pueden surgir emociones profundamente estancadas. Deja de intentar controlar y reprimir esas emociones y, en cambio, permíteles moverse a través de ti con tu respiración.
A medida que suavizamos nuestros cuerpos, nuestra esencia radiante puede comenzar a fluir y brillar.
5. Aprende a tener relaciones sexuales de una manera que revele tu belleza.
Muchas mujeres con las que hablo en mi práctica privada se sienten destrozadas sexualmente y no disfrutan del sexo.
Pero el problema no es que las mujeres estén destrozadas, sino que la forma en que nos han enseñado a tener relaciones sexuales está destrozada. La mayoría de nosotros hemos aprendido a tener relaciones sexuales de una manera más masculina, en lugar de femenina.
Esto ha llevado a que muchas mujeres no disfruten del sexo y sientan que el sexo es una tarea ardua.
El sexo está destinado a abrir nuestra naturaleza femenina salvaje y nutrir profundamente nuestros corazones, cuerpos y almas.
El cambio número uno que puedes hacer para tener relaciones sexuales de forma femenina es dejar de lado el objetivo del sexo. La mayoría de nosotros abordamos el sexo con el objetivo de tener un orgasmo.
Tener una meta nos pone en la cabeza y nos hace esforzarnos y empujar para alcanzar la meta.
Dejar de lado la meta permite que nuestros cuerpos se relajen y nos permite estar más presentes durante el sexo y disfrutar del flujo.
En otras palabras, las metas equivalen a energía masculina, mientras que el flujo equivale a energía femenina.
Cuando comenzamos a tener relaciones sexuales de manera femenina, el sexo comenzará a abrir y suavizar nuestros cuerpos, permitiendo que nuestra belleza radiante única fluya y brille.
Autor: Sara Kennedy
Imagen: Flickr/Fotografía Aimanness
Editor: Callie Rushton