La investigación científica ahora ha demostrado que la forma en que pensamos afecta la forma en que nos sentimos, y viceversa. Esta relación bidireccional entre la mente y el cuerpo, y cómo uno afecta inextricablemente al otro, se conoce como psiconeuroinmunología.
Las hormonas liberadas en el cerebro y el cuerpo cuando nos reímos facilitan la relajación en ambas áreas. Esto nos ayuda a dejar de lado las cosas que nos preocupan, o al menos a aliviar su efecto en nuestro estado mental.
Cuando nuestro cuerpo se calma, nuestra mente responde de la misma manera. La respiración profunda y la risa nos ayudan a acceder a la relajación y la paz, aunque sea solo por un rato.
Cómo traer tu mente al momento presente
Hay un océano ilimitado de paz en cada momento si nos permitimos dejar ir la mente y el cuerpo por completo. Reír es como sumergirse en las profundidades del momento presente en el glorioso Technicolor.
Nuestros sentidos se intensifican cuando experimentamos visceralmente el puro deleite de la risa y dejamos que tome las riendas; guiándonos a un lugar desconocido.
Al abrazar la risa aprendemos que aunque no podemos controlar lo que sucede en la vida, podemos controlar cómo respondemos a lo que sucede…
La risa nos hace más positivos
Cuando reímos producimos más pensamientos positivos. Es imposible reír con ganas y sentirse enojado, o reír y sentirse deprimido al mismo tiempo. Cada vez que reímos, sonreímos y nos conectamos con alegría, estamos creando nuevas vías neuronales positivas en el cerebro, que nos afectan física y mentalmente.
Cuando pensamos positivamente, vemos más posibilidades, más oportunidades: el mundo se ensancha frente a nuestros ojos (nuestra visión periférica literalmente se expande). Reír nos ayuda a ser optimistas, a buscar soluciones, a tener esperanza y alegría. Nos ayuda a centrarnos en lo que va bien y no en lo que ha ido mal. Reír nos ayuda a mantenernos alegres, incluso cuando los tiempos se ponen difíciles.
Reír nos hace más resistentes
En lugar de enseñarnos que la vida tiene que ver con la risa y la alegría, la risa auténtica y la experimentación pueden ayudarnos a ver la risa como una herramienta importante para sobrellevar los momentos estresantes y cuando la vida no va según lo planeado.
Aprendemos a través de la aceptación que el objetivo no siempre es reír, sino que cuando podemos encontrar una manera de reír, puede ayudarnos a llegar a un estado más ingenioso. La risa nos ayuda a fortalecernos de adentro hacia afuera, fortaleciendo nuestra propia voz interior, alentándonos a aceptar los altibajos de la vida y a crear un cambio positivo donde sea necesario.
No hay nada en el mundo tan irresistiblemente contagioso como la risa y el buen humor.
Carlos Dickens
Por qué la risa puede mejorar tu concentración
Nuestro aprendizaje y concentración mejoran con la risa: cuanto más nos divertimos, más profundamente integramos nuestro aprendizaje. El juego, la diversión y la risa son componentes esenciales del aprendizaje; hacen que todo el proceso sea más memorable, más agradable y más efectivo. Nuestros cerebros aprenden mejor cuando nos sentimos positivos, relajados y llenos de energía.
¡Los mitos de la risa reventados!
Los mitos sobre la risa no son obvios, pero pueden afectar la forma en que pensamos, sentimos y nos comportamos cuando se trata de soltar…
1
Hay que ser feliz para reír
Este mito impide que muchas personas se rían porque sienten que sería inauténtico o ‘falso’ reírse cuando no les apetece. Si esperamos el momento perfecto para reír, o esperamos que todo en la vida funcione sin problemas, ¡es posible que nunca nos riamos! La risa puede sorprendernos y ofrecernos alivio en momentos de confusión, tristeza o incluso dolor, si se lo permitimos.
2
Necesitamos que suceda algo divertido antes de que podamos reír
La comedia es genial y puede ser el detonante de muchas risas. Sin embargo, la evidencia muestra que la mayoría de nuestras risas no provienen de bromas; proviene de las conversaciones del día a día y de la diversión. Si esperamos a que suceda algo divertido, es posible que estemos esperando mucho tiempo.
3
La risa es demasiado buena para dejarla al azar.
La risa no es una actividad pasiva, es un tipo de proceso de «inmersión total, compromiso con la felicidad cotidiana». Si queremos disfrutar de la vida al máximo, debemos hacer nuestra propia felicidad mientras viajamos, en lugar de esperar a que aparezca el autobús de entretenimiento.
4
O tenemos una propensión natural a reír o no.
No importa si eres una persona tímida o introvertida, o si no te has reído en mucho tiempo, no se trata de quién puede reír más, más alto o más fuerte. No importa si sientes que has perdido la capacidad de reír o si no recuerdas la última vez que te reíste. La buena noticia es que la risa es accesible para todos nosotros. Es una habilidad que se puede volver a aprender y que se puede volver a adquirir, una risa a la vez.
Más como esto
3 maneras de traer más risas a tu vida
Entonces, ¿qué necesitamos para reír? Una boca es muy útil, pero también hay tres factores importantes…
Comprender cómo la risa puede ayudarnos. Ahora sabemos que la risa puede ayudarnos mental, física, social y emocionalmente de muchas maneras diferentes. La risa no es solo para divertirse (¡aunque esa es una gran razón!), Es una herramienta saludable y natural que puede aliviar nuestro dolor, liberar nuestro espíritu y fortalecernos de adentro hacia afuera.
- Estar dispuesto a reír. La voluntad es esencial ya que proporciona una energía poderosa en nuestra mente, cuerpo y alma. Si alimentamos una intención de reír a medida que avanzamos en la vida, esto nos permitirá sentirnos más ligeros, permanecer juguetones y mirar el lado positivo, en lugar de centrarnos en lo que salió mal. Estar dispuesto a reír nos lleva a la mitad del camino.
- Darnos permiso para reír. Se nos permite reír cuando queramos. No tenemos que merecerlo. No necesitamos haber hecho algo ‘bien’ o ‘digno’. No necesitamos sentirnos alegres o felices. Si podemos dejar de poner condiciones a nuestra risa, entonces podemos acceder a la risa en cualquier momento del día o de la noche, si así lo elegimos. No siempre necesitamos reírnos de la misma manera, o con personas en particular o en ciertos lugares. Nuestra risa no tiene que ser real, fuerte o exigente.
- Al disolver suavemente las creencias tradicionales y limitantes asociadas con la risa, podemos abrir los parámetros de nuestra risa para descubrir nuevos reinos de libertad y aventura. Darnos permiso para reírnos desordenadamente, torpemente, ruidosamente, ridículamente, en silencio y sin otra razón aparente que la de sentirnos bien, puede ser un gran lugar para comenzar.
Este artículo se publicó por primera vez en el número 2 de la revista In The Moment.